El rey del cabrito: jugosa arrachera, igual que su historia.

En este restaurante la gente puede pedir una gran variedad de platillos además del cabrito. En nuestra visita, elegimos para comenzar una orden de frijoles con veneno y queso flameado. Para el plato fuerte, pedimos una orden de arrachera al centro.

La arrachera se le dio su nombre gracias al señor Don Inés Cantú Venegas cuando en su niñez la voz arrachera parecía condenada a la extinción, ya nadie se acordaba de ella. Al pasar los años Cantú se transformó en un empresario interesado en el negocio de la carne. En los años 70 en un viaje de negocios, sirvieron de botana carne de muy buena calidad, excelente sabor y gran suavidad. Supo entonces de las fajitas, que en ese entonces no era muy apreciada por Estados Unidos. Le sorprendió lo barato y accesibles que eran, de inmediato visualizó la oportunidad de negocio.

Cuando introdujo a Monterrey las fajitas, su intuición de comerciante, le hizo pensar en ofrecerlas con un nombre que protegiera el “secreto de negocio”. Entonces, recordó la vieja palabra que conoció en su infancia, y así fue que empezó sus ventas de arrachera.

Como este platillo hay muchos más dentro del delicioso restaurante el Rey del Cabrito. Visítalo y vive la gran experiencia.